Los Trastornos Generalizados del desarrollo se
dividen en 5 categorías, Síndrome
Autista, Síndrome de Rett, Trastorno desintegrativo de la infancia, Síndrome de
Asperger.
El autismo representa una de las condiciones
clínicas clasificadas dentro del TGD que se manifiesta antes de los tres años
de edad, 3 áreas se pueden ver alteradas: comunicación, interacción social y
patrones de comportamiento, el tratamiento del autismo puede ir de la mano de
una dieta en dosis altas de vitamina B6 con la combinación de magnesio, es una
de las estrategias más utilizadas para el tratamiento de éste síndrome, sin
embargo después de varios estudios incluidos con placebo se ha descartado que
estos elementos sean 100% eficaces en tratamiento de autismo.
Otro de los tratamientos para el autismo es el
conocido “floor time” el cual se basa en la conexión que debe tener el niño con
éste síndrome y los padres en el suelo, para desarrollar interacciones basadas en el afecto.
También se puede tratar con intervenciones
conductuales donde se enseña a los niños nuevas habilidades y comportamientos, otra
técnica para éste tratamiento es la intervención evolutiva donde el niño mejora
su relación con las personas que lo rodea, las intervenciones centradas en la
comunicación es un buen método ya que se utiliza pictogramas para que los niños
puedan captar el mensaje que se les desea dar y puedan aplicarlo mediante los
dibujos que se les presenta.
Uno de los métodos que cómo psicóloga clínica
utilizo con mis pacientes infantiles que tienen autismo es el método utiliza 5
componentes: centrarse en el aprendizaje estructurado, utilizar métodos
visuales para orientar al niño para incentivar el aprendizaje del lenguaje e
imitación, aprendizaje de un sistema de comunicación basado en gestos,
aprendizaje de habilidades preacadémicas como son colores, números, formas; y
el trabajo principal con los padres y terapeutas.
Este método es esencial y el más utilizado a
nivel mundial para el tratamiento de autismo ya que se puede aprovechar las
capacidades viso espaciales de los niños y niñas y trabajar en ello, y así
reducir la tensión y preocupación familiar y propia del niño o niña.
Para diagnosticar un posible TGD se deben realizar
estudios con otros trastornos, entre los principales brindar una atención en
edades tempranas a niños y niñas en la etapa de 0 a 6 años, es decir, en las 3
etapas iniciales de vida del niño ( los primeros 9 meses de vida, de 9 a 18
meses, y de los 18 a 36 meses) en este período de tiempo los padres deberán
tener en cuenta el progreso cognitivo, físico, de sus hijos para saber si tiene
algún tipo de retraso motor, en el habla y poder llevarlo a un especialista y
pueda evaluarlo con técnicas adecuadas, diagnosticar un TGD en edades tempranas es
brindar bienestar no sólo al niño o niña sino a sus padres, brindándole
confianza al niño y dándole autonomía de las cosas que puede realizar por sí
solo.
Cuándo los niños y niñas ingresan a una
Institución se les deberá evaluar para que permita establecer un currículo adecuado
para el rendimiento del mismo.
Para evaluar a niños y niñas con Trastorno
Generalizado del desarrollo se deberá realizar varios enfoques, de primera mano
se deberá decir a los progenitores que lleven al niño a realizar una evaluación
neurológica, para saber el historial desde ese punto de vista.
Independientemente del tratamiento que se realice
a niños autistas, los padres deberán los principales actores para que el desarrollo
y progreso de éstos niños y niñas mejore notablemente.
Dra. Ana Lucía Carrión S.
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